Money, money, money... 🎵
En esta publicación pretendo
reflexionar sobre una de las últimas prácticas realizadas en clase, en la cual junto
a mi grupo valoramos la cuestión de la inversión en educación.
Una de las reivindicaciones de la
comunidad educativa durante los últimos años ha sido aumentar la inversión, que
sigue situándose por debajo de la media europea, con un gasto del 4,3% del PIB.
Y de forma más concreta en la educación Primaria y Secundaria, con un 3,1%,
frente al 3,5% de la media de la OCDE.
Ante esta situación surge la
pregunta: ¿un aumento de la inversión pública resolvería los problemas del
Sistema Educativo español? 💰
Entre las conclusiones a las que
llegamos durante la sesión, consideramos que no se trata sólo de cuánto se invierte,
sino de CÓMO. De nada sirve aumentar la inversión si esta no se gestiona adecuadamente
y los recursos son despilfarrados.
Continuamos con las preguntas,
¿cómo gestionar este dinero? Lo ideal sería que quienes gestionen ese dinero
sean expertos en la materia, es decir, en educación. Aquellos que saben de
primera mano qué es más necesario porque conviven diariamente con esta situación.
Asimismo, hablamos sobre la
necesidad de formación permanente del profesorado de forma gratuita y/o
subvencionada. Parte de esta inversión en educación debería ser utilizada en la ayuda a la
formación de los docentes, de modo que se garantice así una educación
actualizada y de calidad.
Por último, otro de los debates que
salió a la luz fue la inversión en los centros concertados frente a los
públicos. En este punto llegamos a la conclusión de que lo propicio sería
exigir a centros concertados cierta especialización o una serie de requisitos a
cumplir. Por ejemplo, la especialización en Música, en Ciencias del Deporte… De lo
contrario, estos centros acaban beneficiándose tanto de capital privado como
público, sin mostrar ninguna diferenciación real. A estos sólo pueden acceder quienes tienen recursos económicos y en ocasiones, los beneficios que sus usuarios reciben no lo son tanto para el conjunto del Sistema Educativo. Por ejemplo, ciertos tratos de favor con estudiantes de Bachillerato que quieren acceder a determinadas carreras universitarias...
En conclusión, pequeñas pinceladas que consideramos podrían marcar la diferencia a la hora de mejorar nuestro Sistema Educativo.
Estoy muy de acuerdo con todo lo que comentas en esta publicación con respecto a la inversión en Educación, sobre todo con la idea de que debería ser gente experta la que tomara las decisiones sobre educación. Un poco más de cuidado a la hora de tomar decisiones y más que ver si invertir más o no, que yo creo que sí, lo que tu dices, el como se invierte es fundamental. Un saludo!
ResponderEliminarEso es, de hecho creo que esta reflexión podría ser aplicable a muchos más ámbitos. Cuando quien gestiona los recursos conoce de primera mano la situación, acaba actuando de forma más coherente y eficiente.
EliminarPor ejemplo, desde mi punto de vista es fundamental que los ministros del gobierno demuestren carrera en torno a su Ministerio, ya sea Cultura y Deporte, Ciencia Innovación y Universidades...