El profe ideal

Como decíamos en entradas anteriores… dentro de la profesión de profesor se engloban otras muchas (coach, influencer, tutor…). En consecuencia, esto requiere una gran cantidad de cualidades personales y competencias profesionales pero, ¿de cuáles estamos hablando?

Personalmente, considero que un buen docente ha de ser:

-Empático, de modo que sea capaz de ponerse en la posición de los demás, de percibir, compartir y comprender sus sentimientos y emociones.

-Cercano, con una actitud afable y cordial.

-Curioso, es decir, interés por conocer y descubrir, rasgo especialmente de cara a la formación continua del profesorado.

-Carismático, ya que debe despertar la admiración y la curiosidad de sus alumnos, desarrollando en estos las ganas por saber y conocer.

-Humilde, dado que como decía Miguel de Cervantes en su Coloquio de los perros: la humildad es la base y fundamento de todas las virtudes y sin ella no hay alguna que lo sea.

-Resiliente, de modo que sea capaz de adaptarse positivamente a las distintas situaciones que puedan surgir en el aula.

-Buen comunicador, tanto a nivel escrito como verbal, de cara a la transmisión de conceptos e información de manera comprensible, clara y amena.

-Organizado y responsable, dado que es fundamental que la labor docente esté perfectamente planificada y que el mismo profesor sea consciente de sus obligaciones, sus limitaciones y su influencia.

-Abierto al cambio y a la innovación, puesto que la introducción de la tecnología en el aula es una realidad y el docente no puede quedar al margen de esta.

-Implicado, no sólo con el alumnado, sino institucionalmente con el centro educativo y con el resto de compañeros de profesión.

Todas estas características es importante que los alumnos y las familias las reconozcan en sus docentes, de cara a considerarlos profesionales competentes y confiar en su criterio y su labor. No se trata sólo de poseer los conocimientos necesarios de la materia, sino de ser individuos autónomos y con unas cualidades y habilidades sociales bien sólidas.