La educación en Castilla y León

¿Qué pasa con la educación en Castilla y León? De acuerdo con el Informe Pisa, nuestro modelo educativo se sitúa a la cabeza de España y el séptimo a nivel mundial. Esto sí que no os lo esperabais…

El envejecimiento de la población está a la orden del día en nuestra comunidad. De hecho, ocupamos el primer puesto a nivel europeo con mayor presencia de personas de más de 80 años.

Junto a ello no podemos olvidar la sangría poblacional -especialmente en el medio rural- lo cual afecta directamente a la educación. Se necesitan cuatro escolares para garantizan la continuidad de la escuela en un pueblo.

Aun así, nuestro sistema educativo triunfa más allá de las fronteras de nuestro país. Incluso, la OCDE invitó a Castilla y León a exponer su modelo en Colombia. ¿Cuáles son nuestras fortalezas?

Por un lado, nuestro sistema apuesta por los programas de bilingüismo. Tal es así, que somos la segunda comunidad autónoma con mayor porcentaje de alumnos en este tipo de programas: casi uno de cada dos escolares de Educación Primaria y Secundaria de CyL siguen el curso en una sección bilingüe. 

Por otro lado, se establecen programas de gratuidad de libros basados en ayudas públicas y la solidaridad de las familias. Más de 67000 alumnos se benefician de este plan, lo cual se encuentra íntimamente ligado con la lucha por la equidad. Es decir, la ayuda a familias que no pueden pagar los costes de la educación, reduciendo así las desigualdades.

Asimismo, se ha desarrollado un Plan Global de Mejora de Resultados a nivel autonómico, como mejora de centros que presentan resultados por debajo de la media y cuyo objetivo final es la reducción del fracaso escolar.

No obstante, todavía nos queda mucho camino que andar y mejorar. Es necesario un pacto estatal sobre Educación, de cara a garantizar una mayor estabilidad normativa. Es el Ministerio de Educación quien debe velar por la equidad, por la igualdad de oportunidades y en definitiva, por una educación de calidad.

A pesar de nuestros puntos fuertes, aún hay muchos problemas que solucionar, como el fin de las situaciones agresivas en el seno de la comunidad educativa. No sólo entre alumnos (acoso, ciberacoso…), sino también entre alumnos y profesores.

En palabras de Jaime Foces Gil:

Estamos en disposición porque ahora tenemos datos, pero es la hora de la política, de decidir dónde hay que invertir y cuánto.